miércoles, 22 de noviembre de 2017

Un reflexión, después de clases.

El Ayurveda nos enseña el arte de vivir.

Nos enseña a conocernos, a saber cual es nuestra constitución física y mental. 

Nos enseña como lograr mas o menos un equilibrio a través de una buena salud física, mental y espiritual.

Su objetivo es ayudarnos a  reconocer que somos un cuerpo material. El cuerpo es el vehículo que nos va ayudar atravesar el camino de la vida. Es un viaje o peregrinación que nos ayuda a descubrirnos y reconocer nuestra real naturaleza.

El Ayurveda junto con el Yoga nos ayuda a estar calibrados, coordinados y preparados para poder recibir el conocimiento que es el Vedanta. Llevar una vida que nos ayude a descubrir moksha o la liberación.

Como van las cosas hoy en día, la vida  es cada vez más rápida, llena de sobre estímulos de los sentidos, la comida es cada vez mas procesada, pasamos mas horas en el coche, sentados en la oficina, viendo series de televisión, sumergidos en los celulares a través de las redes sociales, es una sociedad de poco contacto físico y de sociabilidad directa.

El número de personas con problemas de salud va en aumento, las personas están mas ansiosas o deprimidas. Culpando al otro de su desgracia, se autocondenan o se victimizan. Pero nada empuja en mirar adentro de uno mismo y reconocerse como un ser.

Ayurveda fue un regalo de conocimiento que se le dio al hombre para poder llegar a tener un equilibrio. La buena rutina diaria, el comer tranquilo, cuando se tiene hambre, comer comida que sea saludable para uno. El hacer ejercicios diario como caminar, correr, montar bici, bailar, asanas, pilates simplemente moverse para poder sudar. Tomar agua cuando hay sed. Descansar, desconectarte de todo para ver como te sientes internamente. Leer, jugar, pasear, tener conversaciones con las amistades que nutran. Tener una Labor donde te sientas útil y que sientas que contribuyes a la sociedad. Sentirse agradecido. Tener la capacidad de reconocer tus emociones como la ira, los celos, la envidia, la alegría, la pena, la tranquilidad, abrazarlas cuando estén presentes lograr luego calmarlas. Aprender ser objetivos.  

Cada uno es responsable de su propia vida, de sus decisiones, de sus acciones.

Es importante tomar el tiempo para encontrar el real silencio, sal a caminar a un bosque o al mar. La naturaleza es medicina, disfruta a estar contigo mismo. Escuche hace poco que la soledad que te hace sentir mal, es solo falta de amor ti mismo. Respeta el cuerpo que se te dio y el día que dejes tu cuerpo, lo dejes despidiéndote de todos con una gran sonrisa y sintiendo que esta vida si valió la pena tenerla.